Por Ailu Pelayes

 

Una de las series de suspenso éxito en Netflix el año pasado fue The Sinner, donde se produce un asesinato en un confuso episodio. El jueves llegó a la plataforma la segunda temporada de esta entrega, pero sin Jessica Biel y con una historia diferente. ¿De qué trata? ¿Funciona? ¿Supera las expectativas? La respuesta a todas estas preguntas y más, en esta review.

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En esta segunda parte, el detective Ambrose (Bill Pullman) vuelve a su ciudad natal donde ha ocurrido un crimen terrible: un niño de 11 años asesinó a sus padres, sin motivos aparentes. Ambrose se dedicará a investigar y va a darse cuenta de que las personas harán de todo para ocultar sus secretos; además conocerá a Vera (Carrie Coon) quien será una pieza complicada y enigmática de este rompecabezas.

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Como en la temporada anterior, se cambia el tradicional “quién lo hizo” por el “por qué lo hizo”, lo que logra que uno se enganche y mantenga intrigado todo el tiempo. Sin embargo, no creo que logre la popularidad que tuvo la primera, no porque sea mala (incluso considero que es mejor que la primera, narrativamente hablando) sino porque tiene menos “gancho marketinero” y es más detallista e íntima.

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La forma en que se desarrolla la historia en los primeros capítulos será familiar para aquellos que vieron la temporada uno, pero también es desconcertante como para atraer a los espectadores que no estaban al tanto de la serie.

The Sinner en esta temporada presta mucha más atención a la descripción y los detalles, tal como si leyéramos una novela. Se mete en profundidad en la mente de los personajes para luego entender el porqué de las cosas.

 

Con esta segunda temporada no sólo nos meteremos en la historia de Julián (el niño asesino, interpretado por Elisha Henig) sino también en el pasado del detective Ambrose, creando un doble relato para mostrar cómo la violencia y el entorno de la familia puede destruir la vida de un niño y marcarlo para siempre. Algo similar a lo que pasó en Sharp Objects

 

Una de las estrellas de la temporada pasada (aparte de Biel) fue Pullman, quien ahora se destaca aún más en el papel del detective ya que tiene todo el peso de la serie sobre sus hombros. Hening no logra lucirse a pesar de que tiene un papel importante, no logramos empatizar con él como lo hicimos con Cora. Todo el brillo es de Carrie Coon, su personaje es fascinante y confuso al mismo tiempo ya que nos cuesta entender sus intenciones, pero es clave en la investigación y termina siendo más importante que el asesino.

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Nuevamente son 8 capítulos de casi una hora, pero se mueve más rápido y tiene más impacto. Sin embargo, al ser tan detallista e íntima, puede tornarse un poco pesada al principio. Como dije en la review de la primera temporada, no es apta para ansiosos que quieren saber todo ya.

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Si sos fanático del drama y el misterio, aprovechá y hace maratón de esta serie. No te vas a arrepentir.

 

Lo mejor:

• Carrie Coon como Vera.

• Trata temas de religión, sectas, abusos, violencia y demás.

• Buenos giros en la trama.

 

Lo peor:

• Tiene varios baches argumentales.

• No incursiona tanto en la trama, es muy similar a la primera.