The End of the F***ing World, viaje indie lejos de la sociedad
The End of the F***ing World es una comedia negra disponible en Netflix desde el 5 de enero de 2018. El título de por sí ya llama la atención, aunque no es mérito suyo ya que está basada en el cómic “The End of the Fucking World” creado por Charles S. Forsman. La primera temporada consta de ocho capítulos de unos veinte minutos de duración aproximadamente. Aunque es una historia sobre adolescentes, no esperes ver otro ”13 Reasons Why” o algo parecido. TEOTFW no pretende dar ningún mensaje o encender algunas señales de alarma. Es una celebración del humor negro en todo su esplendor.
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Más bien, a lo largo de ocho capítulos de 20 minutos cada uno (La terminas en un día), somos testigos del divertido y muy oscuro roadtrip de dos teenagers, James y Alyssa, quienes son todo menos los típicos chicos normales: ella odia a la autoridad con toda su alma y lo demuestra cada vez que puede, además de que en el fondo vive deprimida porque su madre se casó con un hombre manipulador. Y James jura y perjura que es un asesino serial, y luego de dedicarse a matar animales por placer, ha elegido otro tipo de víctima… una cuyo nombre empieza con la letra “A”. ¿Ya adivinaste de quién se trata?
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El viaje que tienen los personajes es muy random, repleto de todo tipo de situaciones inesperadas y que te dejará la boca abierta mas de una vez. Además de los dos protagonistas, aparece una pareja policial, interpretada por Gemma Whelan (Policia enamorada) y Wunmi Mosaku( policía clava vistos) . Sus interacciones, añadidas a la parte de los padres, son lo que más destaca de la trama "de los adultos".
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Una de las principales virtudes de la serie es que no se queda en un “drama teen”, sino que te cuenta una historia sencilla y un tanto absurda, riendose de sí misma en varias partes, sin dejar la trama de lado. También es valorable el desarrollo de los personajes y como estos crecen en cada capítulo, teniendo en cuenta que cada uno de ellos dura 20 minutos. Otra cosa que me pareció interesante es que se nota de lejos que los personajes no actúan de una manera “correcta”, pero no los felicita y les dice: “Si chicos, todos están mal menos ustedes” y eso lo muestra bien con la trama del padre de Alyssa. Las actuaciones son atrapantes, Alex Lawther ya ha hecho papeles de este tipo como en “The Imitation Game” y por lo que he leído destaca en meticulosidad, mientras que la chica que interpreta a Alyssa lo hace bastante bien considerando el carácter (insoportable) de su personaje.
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Todo bien con la serie, pero no es precisamente una obra maestra, al contrario es una serie genérica, un Bonnie & Clyde de adolescentes. Una cuestión a tener en cuenta es que no es una serie para todos los públicos, ya que si formas parte de un público que le gustan las comedias chabacanas y no las de un humor más ácido, esta no es para vos. A pesar de que los personajes tienen una razón de ser o eso lo justifican, por momentos se vuelve algo pretencioso y cliché.
Esta historia con matices de “Natural Born Killers” tiene un final que te deja re manija, mas cuando te das cuenta que James todo el tiempo narra la serie en tiempo pasado excepto al final, es la única parte en la que lo dice en presente, detalle no menor ¿Habrá segunda temporada? Desde este humilde espacio le prendemos una vela a San Netflix, rogando que si.
LO MEJOR
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Su duración: 8 episodios de 20 minutos (¡Puta, qué oferton!)
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El personaje de Frodo. Imposible no amarlo.
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Tiene una fotografía hermosa.
LO PEOR
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Repleta de clichés sobre adolescentes incomprendidos.
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Su estilo visual muy a lo “True Romance” de Tony Scott o “Natural Born Killers” de Oliver Stone, hace que su desenlace sea muy predecible y que adivines casi con exactitud como acabarán.
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Evitar si no tenés por costumbre ver comedias de este estilo.