Por Ailu Pelayes

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En julio de este año, de la mano de HBO, llegó Sharp Objects o Heridas Abiertas, una serie que nos lleva al pequeño pueblo de Wind Gap, donde dos chicas han sido asesinadas violentamente. La reportera Camille Preaker vuelve a su ciudad natal para cubrir lo que ha sucedido y descubrir al asesino. Allí se encuentra atrapada con su pasado traumático y con varios fantasmas como el alcohol, la autolesión, su familia y por una tragedia que ha intentado toda su vida borrar de su memoria. Esta serie dramática está basada en la novela homónima de Gillian Flynn, publicada en 2006.

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Amy Adams está fantástica, hace suyo al personaje desde el minuto uno. Transmite a la perfección todo el puñado de emociones, con naturalidad, sin caer en la sobreactuación y haciéndonos partícipes de cada una de ellas. Ella es la heroína que sale de todo lo típico, pero que lo hace como debe ser.

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Los demás personajes destacan también. Por un lado, tenemos a Sophia Lillis (Beverly en “It”), quien interpreta a Camille adolescente y que, encima, tiene un parecido físico con Amy terrible. Por otro, a Eliza Scanlen. La joven fue una sorpresa para mí, no la conocía y quedé maravillada con ella y su personaje Amma, la medio hermana de Camille.

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De Patricia Clarkson, la hipocondríaca madre de Camille, no puedo decir algo que no sepamos todos. Sin dudas todo el mérito es de los personajes femeninos, lo masculinos apenas aparecen y no tienen mucho que contar.

 

Si viste Big Little Lies vas a ver que la narrativa es similar, ya que hay continuos saltos en el tiempo que nos llevan al pasado. Este montaje desordenado es habitual en su director y nos deja a los espectadores con ganas de saber más y nos permite ir entendiendo qué pasó con las chicas asesinadas y, al mismo tiempo, sobre el pasado de Camille. Además, estos flashbacks de la protagonista no tienen sonido y son breves, dándonos más curiosidad.

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Aunque durante toda la serie nos dieron a varios sospechosos, lo que veo negativo de la serie es que el clímax llegó muy rápido y ya en el penúltimo capítulo llegamos a la conclusión de qué pasó.  Sin embargo, en el último episodio todo explota ¡y de qué manera! No sólo descubrimos quién es el asesino, sino también que unimos todos los pedazos para reconstruir la historia de Camille y la muerte de su hermana cuando eran chicas.

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Dato IMPORTANTÍSIMO: en el último episodio hay una escena post créditos. No te cuento nada, pero vas a quedar con los pelos de punta.

 

Lo mejor:

• Amy, fantástica por donde se la mire.

• La fotografía y la utilización de la música y el sonido son dos claves muy bien explotadas.

 

Lo peor:

• Serie lenta, no apta para quienes buscan respuestas rápidas a todos los enigmas.

• Llega un momento en que el suspenso se diluye por todo el drama familiar.