Por Ailu Pelayes

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¡Hace diez años, Meryl Streep y Amanda Seyfried llevaron el gran musical “Mamma Mía!” a la gran pantalla y ahora la historia vuelve con “Mamma Mia! Una y otra vez”, una especie de precuela, y a la vez secuela, que nos hace viajar al pasado.

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La peli nos muestra a Sophie que está a punto de reinaugurar el hotel en la isla griega de Kalokairi, cuando una tormenta destruye la decoración del lugar antes de su apertura. Al mismo tiempo, viajamos a los años 70 para conocer a su madre, una joven y apasionada Donna. Allí descubriremos cómo conoció a los hombres de su vida y su relación con sus dos mejores amigas; también veremos como Sophie encuentra las fuerzas para salir adelante a través de esas vivencias.

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La cinta es puro sentimentalismo y nostalgia, va de la alegría de vivir hasta los dramas que nos sacan más de una lágrima. Esto lo logra a través de la música de Abba, una puesta en escena genial y la gran actuación de sus protagonistas. Debemos destacar el tema de la temporalidad y el humor, elementos que logran que la película nos mantenga entretenidos.

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Esperen a ver a Sophie, Tanya y Rosie cantando "I've been waiting for you" al mismo tiempo en que asistimos al nacimiento de Sophie, o la secuencia final, y díganme si pueden contener las lágrimas.

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En cuanto a las actuaciones, nos encontramos con los ya conocidos personajes y una versión más joven de los mismos:

Lily James interpreta a la joven Donna y lo hace fantásticamente, con frescura y espontaneidad, que hace que nos encante desde el primer momento; sin embargo, las mejores vuelven a ser Rosie y Tanya, las amigas de Donna, tanto en sus versiones adolescentes como en las adultas.

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Los actores que hacen de Bill, Sam y Harry están a la altura. Sin embargo, el mayor disfrute se da cuando entran en escena los actores de la cinta original, nada como ver a Colin Firth, Pierce Brosnan y Stellan Skarsgard o a Christine Baranski y Julie Walters.

Mención aparte para Cher, que aparece de la nada haciendo de madre de Donna (¿acaso no estaba muerta?) y que tiene un papel prescindible totalmente. Además, da un poco de miedo…

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La musicalización nuevamente viene de la mano de Abba, pero esta vez son sus temas menos reconocidos los que acompañan las escenas y tal vez no nos enganchan tanto como los utilizados en la primera película.

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Sin dudas no es una obra maestra ni va a ganarse premios ni nada de eso, tampoco supera a su antecesora, pero cumple con su objetivo y va a entretener a los fans de los musicales y las películas de amor.

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Lo mejor:

• Lily James en el papel de Donna, fantástica.

• La música, a cada rato dan ganas de bailar.

• Es entretenida y ligera.

 

Lo peor:

• Canciones poco conocidas, ya que las mejores fueron usadas en la primera entrega.

• El personaje de Cher es prescindible, o bien podrían haberle dado más importancia.

• El trabajo de edición es muy básico y nos damos cuenta de que a veces lo que vemos es un chroma key mal hecho.