Las chicas del cable 4:
¿una serie feminista o un culebrón más?
Título original: Las chicas del cable (TV Series)
Año: 2017
Duración: 50 min.
País: España
Dirección: Ramón Campos (Creator), Teresa Fernández-Valdés (Creator), Antonio Hernández, Roger Gual, Carlos Sedes, David Pinillos
Guion: Ramón Campos, Teresa Fernández-Valdés, Gema R. Neira, María José Rustarazo, Michael Sorich, Carlos Portela, Jaime Vaca, Almudena Ocaña, Estíbaliz Burgaleta, Flora González Villanueva, Paula Fernández, Alberto Grondona
Fotografía: Daniel Sosa, Jacobo Martínez, Alfonso Postigo, Óscar Durán
Reparto: Blanca Suárez, Maggie Civantos, Ana Fernández, Nadia de Santiago, Ana Polvorosa, Yon González, Martiño Rivas, Nico Romero, Borja Luna, Sergio Mur, Concha Velasco, Iria del Río, Ernesto Alterio, Andrea Carballo, Antonio Velázquez, Tina Sáinz, Kiti Manver, Ángela Cremonte, Luis Fernández, María Garralón, Simón Andreu, Luisa Gavasa, Agnès Llobet, Iñigo Salinero, Joan Crosas, Carlos Kaniowsky, Miguel Lago Casal, Pepe Ocio, Gaizka Ugarte, Anna Moliner, Carlota Baró, Patricia Peñalver, Itzan Escamilla, Isabel Naveira, Mercedes del Castillo, Iván Marcos, Javier Laorden, Rebeca Alfayat, Lolo Herrero, Raquel López, Juan Rueda
Productora: Bambú Producciones / Netflix España. Distribuida por Netflix
Ficha Técnica
Por Ailu Pelayes
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Hace algunas semanas que la temporada 4 de Las chicas del cable está disponible en Netflix, y hoy te traigo la crítica de los 8 capítulos que conforman esta serie española. La verdad me decepcionó un poco bastante esta nueva temporada. No solo es más de lo mismo, sino que tiene una trama tan inverosímil que me hace pensar si los guionistas creen que somos tontos.
La trama se centra en Carlota, candidata a alcaldesa de Madrid, que es culpada de un asesinato del cual no recuerda nada y que, con el paso del tiempo y gracias a la ayuda de sus amigas, irá armando el rompecabezas hasta descubrir la verdad.
Nuevamente es la voz de Lidia la que sirve de narradora, quien nos relata los temas que la acompañan en su día a día: la justicia, la libertad, la igualdad, la felicidad… Siempre con pensamientos trágicos, ya que su vida está llena de calamidades.
Al principio me gustaba de esta serie los temas feministas que trataba, pero cada vez se centra más en el culebrón amoroso que en otra cosa. Sí, sigue insistiendo con temáticas como la diversidad, la despenalización de la homosexualidad y los derechos de las mujeres en la España de los años 30; pero todo ese intento es en vano cuando se les da más importancia a las relaciones amorosas super intensas y hasta tóxicas. Reclaman los mismos derechos que los hombres, quieren votar y divorciarse, pero sus tragedias siguen siendo las mismas: el corazón dividido de Lidia entre Francisco y Carlos, la confusión de Marga, el secreto de Carlota y Óscar y la libertad perdida de Ángeles.
No me sentí atraída ante nada de lo que se me puso delante, no me causó intriga el tema del asesinato, no me interesa quién es “El Mirlo” y por qué hace lo que hace, tampoco qué pasará con Óscar. Realmente esta temporada está llena de capítulos chatos y lo único que zafa es saber qué pasó con Francisco luego de lo que sucedió en el final de la tercera entrega.
Los personajes no demuestran un gran crecimiento, Lidia sigue siendo la desdichada, el nuevo destino de Ángeles no nos llama la atención, Carlota y Óscar luchando por su relación y Marga intentando salir adelante.
Lo bueno es que, a pesar de todo, se ve fácil y en un día podés hacer maratón. Además, se sigue manteniendo una ambientación y vestuario espectaculares. Las actuaciones son correctas, como siempre hay que destacar a Concha Velasco quien sigue siendo una espléndida villana.
Esperemos que en la próxima entrega (que se estrenaría el próximo año) se esfuercen un poco más y la serie vuelva a ser lo que era en las primeras temporadas.
Lo mejor:
• Es muy maratoneable
• Buen trabajo de ambientación y vestuario
Lo peor:
• Guion incoherente
• Un culebrón más
• Arruinaron por completo el personaje de Carlos