Por Ailu Pelayes 

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Hace unas semanas llegó a los cines uno de los estrenos más esperados del año (y más si sos un veinteañero que creció con esta historia), Dumbo. Primero que nada, soy FAN de Disney y sus películas infantiles, crecí viendo VHS de cuanta película animada saliera y el saber que van a hacer varias películas en formato live action me hizo tener 6 años de nuevo; así que esperé este estreno un montón y tenía unas expectativas altísimas con él. 

En esta nueva versión, dirigida por el genial Tim Burton, la acción se ubica en 1919 en un circo que va en decadencia, ahí viven los pequeños Milly (Nico Parker) y Joe (Finley Hobbins), su madre ha muerto y su padre Holt (Colin Farrell) recién regresa de la guerra imposibilitado para hacer su acto, por lo que la gran esperanza de regresar el interés al circo para su dueño, Max Medici (Danny DeVito) es un pequeño elefante de enormes orejas recién nacido que pronto descubren que puede volar.

Esta capacidad de Dumbo atrae el empresario V.A. Vandevere (Michael Keaton), quien recluta al paquidermo para su nuevo entretenimiento, Dreamland. Dumbo se eleva a nuevas alturas junto a una encantadora y espectacular artista aérea, Colette Marchant (Eva Green), hasta que Holt se entera de que debajo de su brillante apariencia, Dreamland está llena de secretos oscuros.

En sí, la historia es totalmente distinta a la ya conocida por todos, salvo de la existencia de Dumbo y sus grandes orejas. Hay varios guiños, de todos modos, que si viste la peli original los vas a descubrir. Sin embargo, no es una mala historia ya que saca a la luz la crueldad que hay en los circos con los animales y el negocio que eso genera; además de que nos muestra el amor de una familia entre ellos y para con los animales.

Acá los animales no hablan y los humanos toman las riendas de la peli. Y es ahí donde tengo algo que criticar, y es que Dumbo no es el protagonista, sino un personaje más. No sentí que haya un personaje protagonista, sino la temática del maltrato lo es; acá sería el humano que maltrata y el humano que cuida. 

La magia de Tim Burton está por toda la película. Es un poco menos oscura, hay momentos de tristeza, emotivos, pero no se excede con ellos. 

En cuanto a la fotografía, se nota que es una peli de Burton, es magnífica y no hay nada que criticarle. La paleta de colores y la composición de los planos son los típicos utilizados por él y quedan espectaculares para mostrarnos esa magia de Disney. Sumado a lo que es la edición y lo reales que se ven aquellos personajes creados mediante computadora. Dumbo es el ser creado más tierno del mundo, parece muy real y juro que dan ganas de abrazarlo cada vez que aparece. Eso es lo bueno de los CGI, cuando no son obvios.

Al ser un live action, no podemos no hablar del elenco que tiene esta peli. Lleno de nombres conocidos, como Colin Farrell, Danny DeVito o Michael Keaton, pero que sin embargo no logran transmitir todos los sentimientos que tiene la peli original. Sí, las actuaciones son correctas, pero no son grandiosas. Y al ser una peli mayormente con personajes humanos, uno espera otra cosa.

La verdad que no superó mis expectativas y logró confirmar que los remakes no son necesarias, sin embargo no es una mala historia y podría haber sido mucho peor. 

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Lo mejor:
•    Dumbo, genera ternura desde el minuto 1
•    La fotografía, típica de Burton
 

Lo peor:
•    No hay un protagonista claro
•    Le falta la emoción de la original
•    Duración innecesaria