Por Gonzalo Berdullo

 

Las aventuras de Christopher Robin en el bosque de los cien acres llegaron a su fin ¿Por qué? Christopher deberá dejar la vida de niño para empezar a vivir una de adulto y con problemas reales… pero esto no sale nada bien y Winnie the Pooh y sus amigos deberán ayudar a Robin para que vuelva a ser el niño feliz que alguna vez fue.

 

Lo mejor de la película es el núcleo de su mensaje, desde un principio nos deja claro qué quiere transmitir, no pierdas el niño que llevas dentro y te vuelvas un infeliz. ¿Cuánta veces por los problemas del día a día dejamos de sonreír? ¿Cuántas veces estamos tan concentrados en nuestro trabajo que olvidamos vivir la vida? Éstas preguntas y muchas más es lo que planteará la película y que, cuando finalice, te dejará pensando… y mucho.

 

 La fotografía de Matthias Koenigswieser es una de las mejores cosas que tiene Christopher Robin: un rencuentro inolvidable. La paleta de colores nos da un ambiente viejo de la antigua Londres que está logrado a la perfección. Además, podemos ver un mundo colorido en el bosque de los cien acres, dando un paralelismo de el frío y viejo mundo real y el divertido y colorido mundo maravilloso de Pooh.

 

No podemos olvidar el gran trabajo en efectos especiales para el diseño de Winnie Pooh y sus amigos, los peluches tienen un movimiento que uno no puede distinguir si son marionetas o realizado por computadoras. Por otra parte, la textura del pelaje desgastado y la inclusión de los personajes con el mundo real simplemente son maravillosa… y con una gran dosis de humor.

 

Hay que destacar también Ewan McGregor, toda la película es cargada sobre sus hombros y la lleva adelante sin ningún problema y con un gran aplomo.

 

El grave problema de la cinta es lo sencilla que es la historia, podemos ver a kilómetros cómo va a terminar y eso le quita bastante el interés.

 

Además, es una historia que ya vimos muchas veces como “Hook, el regreso de Peter Pan” por ejemplo, es una fórmula muy utilizada por Disney en sus películas y que ya aburren un poco.

 

Christopher Robin: Un reencuentro inolvidable es una bonita película que tiene momentos divertidos, emotivos y de mucha reflexión. Una cinta para pasar un lindo momento en familia.

 

Lo bueno

• La fotografía por Matthias Koenigswieser

• Diseño y efectos de Winnie Pooh y sus amigos

• Gran actuación de Ewan McGregor

• Un gran mensaje que nos deja la película

 

Lo malo

• Lo básico de la historia la vuelven predecible

• Una historia que ya vimos mil veces en el cine