Beautiful Boy:
el difícil camino de las drogas
Título original: Beautiful Boy
Año: 2018
Duración: 111 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Felix Van Groeningen
Guion: Luke Davies, Felix Van Groeningen (Memorias: David Sheff, Nic Sheff)
Fotografía: Ruben Impens
Reparto: Steve Carell, Timothée Chalamet, Maura Tierney, Amy Ryan, Christian Convery, Kaitlyn Dever, Oakley Bull, Amy Forsyth, Stefanie Scott, Julian Works, Jack Dylan Grazer, Kue Lawrence, Marypat Farrell, Mandeiya Flory
Productora: Big Indie Pictures / Plan B Entertainment / Starbucks Entertainment / Amazon Studios
Ficha Técnica
Por Ailu Pelayes
​
El jueves llegó finalmente a nuestro país “Beautiful Boy”, una peli basada en una historia real y que se estrenó en octubre en Estados Unidos. Trata sobre cómo el consumo de drogas afecta no sólo al adicto, sino también a toda su familia.
En resumen, la película trata sobre Nic, un chico responsable y de buena familia que cae en las drogas, sobre todo en la metanfetamina que lo está consumiendo. Todo esto lo vemos a través de los ojos de su padre, David, quien lo ayuda constantemente en el intento de recuperación. Lo más fuerte de esto es que está basada en una historia real, el guion adaptó dos novelas biográficas (“Beautiful Boy”, de David Sheff, y “Tweak”, de su hijo Nic) y está buenísimo porque nos da dos puntos de vista de una misma historia,
Lo mejor de esta película es que no cae en golpes bajos ni busca la lágrima fácil, sin embargo, muestra lo dura que es la lucha contra las drogas y también el amor de un padre a un hijo y el de toda una familia. Su punto más fuerte son los diálogos y las grandes interpretaciones. Además, rompe con el estereotipo de que los pobres y solitarios caen en la drogadicción, Nic tiene una familia que lo ama, un hogar y recursos y aún así cae en una adicción.
Este drama está protagonizado por dos genios, Steve Carell en el papel de David y Timothée Chalamet como su hijo Nic, ambos son perfectos para la historia y nos provocan una empatía terrible. Es increíble cómo la Academia le robó a Timothée al no haberlo nominado, su actuación es creíble y desgarradora, su crecimiento actoral es gigante.
Tenemos que destacar también a Maura Tierney que, a pesar de no tener grandes diálogos, dice todo con sus silencios y sus miradas. La escena en la que persigue a Nic y rompe en llanto me partió el corazón.
La narración es no lineal que alterna entre el presente oscuro y una serie de flashbacks en la que se nos muestra la amorosa unión padre e hijo, esto hace que el ritmo decaiga y al mismo tiempo nos hace emocionar y empatizar aún más.
El trabajo de adaptación es muy bueno, tenemos las dos versiones de una misma historia y podemos ver cómo se siente un padre al ver que su hijo decae y cómo siente el drogadicto esta situación. No intenta decirnos el porqué de la adicción, sino los vaivenes que sufre Nic en la búsqueda de la recuperación y el dolor de toda una familia.
En cuanto al soundtrack, es más que música de fondo. Al principio nos parece denso, sin embargo acompaña a la historia de una manera excelente, convirtiéndose casi en un personaje más. Hay temas de Nirvana, David Bowie, John Lennon, entre otros, súper disfrutables.
Sin dudas es una gran película, fuerte pero sin caer en el morbo y que se disfruta mucho. Claramente la intención es educativa, terminando con las típicas placas de cifras pero que también nos muestra lo fuerte que es el amor paternal, sin importar lo desviado del camino.
Posdata: No te vayas hasta después de los créditos, hay un verdadero final que cierra la historia de la mejor manera.
Lo mejor:
• La actuación de Timothée, merecedora de todos los premios
• Un guion muy bien adaptado
• El soundtrack compuesto por tremendos temas
Lo peor:
• Hay veces que pareciera que se quiere romantizar lo trágico que es el tema de la drogadicción
​